Después de que nuestro vino cumplió con el periodo de fermentación, pasó al preceso de añejamiento, que permitió que evolucionara y mejorara sustancialmente sus cualidades.
Nuestro Nebbiolo fue fermentado y añejado 10 meses en tanque de acero inoxidable con levadura nativa. El Zinfandel, de viñas de temporal, se añejó 12 meses en barrica nueva de roble francés y europeo.
Tras el proceso de ensamble y filtrado, finalmente el vino es embotellado, donde vivirá otro proceso de madurez, antes de llegar a tu mesa.
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Así lo hacemos
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